La leche materna contiene enzimas para ayudar a que sea de fácil digestión, cuando guardamos la leche, estas enzimas pueden empezar a trabajar desdoblando las proteínas o las grasas, dando lugar a un cambio en el olor y el sabor de la leche.
Esto sucede con poca frecuencia, lo bueno es que la leche no está descompuesta, así que se la puedes dar a tu bebé, algunos se la toman muy bien otros no. Si no la acepta debes escaldar tu leche para desactivar las enzimas.
Te sugiero que antes de hacer tu banco de leche, extraigas un poco de leche y la prubes, después guárdala un día en el refrigerador y revisa que no haya cambiado de sabor, congélala y descongélala y vuelve a probarla, si nunca cambia de sabor, no tienes problema. Si cambia de sabor dásela a tu bebé y solo si la rechaza, tendrás que escaldar tu leche en cuanto la extraigas para evitar que cambie de sabor.
¿Cómo escaldar la leche?
Junta toda la leche que vayas a escaldar, ponla en un solo recipiente y ponla en baño maría hasta que ves burbujas pegadas al contenedor de la leche, déjala 10 segundos, esto sucede cuando la leche está alrededor de 60ºC, en ese momento hay que quitarla del fuego y enfriarla, puedes sumergir el contenedor en agua a temperatura ambiente y ya la puedes congelar.
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